Este año nos pusimos a prueba y nos demostró la importancia de ahorrar para emergencias que no están en nuestras manos.
Si bien, contamos con múltiples opciones para acceder a dinero “rápido” como los préstamos bancarios, los préstamos inmediatos que nos dan nuestras tarjetas de débito e incluso los préstamos que hace el vecino, lo cierto es que, eso implica un gasto mayor, los intereses muchas veces absorben al cien por ciento todo lo que pagamos de esa deuda y es cuando no le vemos el fin.
No por ello, no es una mala opción, lo es cuando la emergencia es mayor e incluso la necesidad es inmediata, siempre será un vehículo efectivo para tener dinero de primera mano y cubrir el gasto.
Sin embargo, estamos por llegar al final del año 2020 que desbalanceó al mundo entero. Año en el que, como todos los finales, es importante hacer nuestros propósitos de Año Nuevo.
¿Qué propósitos consideras que debes tener en este fin de año?
Queda bastante claro que uno de ellos es la prevención, el ahorro siempre será de gran importancia y es por eso que dentro de tus propósitos de Año Nuevo debes considerar lo siguiente:
La estabilidad económica es vertiginosa y rara, pero procura destinar un porcentaje de tu sueldo a una cuenta bancaria específica para el ahorro o, si lo prefieres, puedes tenerlo en casa, pero no olvides que es dinero que no podrás tomar para nada, es el dinero del ahorro para emergencias.
Ahora bien, puedes optar por tener distintos tipos de ahorro, actualmente es común ver que gente hace billeteras con letreros donde destinan dinero, por ejemplo, tienen el apartado de gastos de casa, emergencia, viajes, etcétera, es importante hacer un plan financiero para destinar tu dinero de la mejor manera.
Entre todos los ahorros, el más importante es el de la salud, la mayoría de la población no cuenta con seguro médico ni público, ni privado. Investiga si te conviene adquirir un seguro de gastos médicos mayores para toda la familia con el cual puedes abarcar cualquier situación de salud.
Parecerá muy repetitivo pero que uno de tus propósitos sean estudiar la mejor forma de hacer un plan financiero que esté acorde a tus necesidades y las de tu familia, implementar un propósito como este, hará que tengas una ventaja enorme.
Dentro de todo esto es importante que tu planeación esté complementada con evitar los gastos hormiga, lo mencionábamos en entradas anteriores, el café y las golosinas suelen ser gastos innecesarios cada que salimos de casa y estamos en la oficina, es mejor que cuentes con tu propio termo con café, destinando un gasto base de estos productos que puedes preparar en casa que comprando diario café en el lugar que más te gusta. Esto no quiere decir que dejarás de hacerlo, pero sí reducir ese gasto y ahorrar.
Ahorrar no solo implica guardar el dinero para emergencias de salud, ahorrar también significa tener dinero destinado para el viaje de tus sueños, para ir previendo los regalos de cumpleaños o festividades navideñas, incluso, ahorrar para los estudios de tus hijos o los propios si tu deseo es seguir estudiando.
Una manera que tenemos más de ahorrar y llevar ese dinero a un apartado mucho más interesante, es considerar todos los servicios que tienes en casa y cuál es el verdadero uso que se les da, por ejemplo, si tienes un plan tarifario en tu celular y además tienes en casa el servicio de teléfono, este representa un gasto innecesario, ya que con un solo teléfono puedes cumplir con tu necesidad de comunicación, hoy en día, no necesitas tener una línea telefónica fija para tener internet. Hay paquetes que únicamente te incluyen el internet y si es suficiente para ti, tómalo, considerando que (sin pandemia), probablemente no pases tanto tiempo en casa, eso te lleva a pensar si vale la pena tener televisión de paga cuando, quizá, tienes otros servicios de streaming que son más favorables a tu estilo de vida.
Hacer presupuestos, activar unas finanzas sanas, tener control sobre tus gastos no significa que dejarás de hacer o consumir las cosas que te gustan, más bien, es hacerlo de manera responsable, por ejemplo, si vas al GYM y únicamente corres y no haces uso de ningún otro servicio, considera sabiamente la idea de gastar al aire libre o invertir en una corredora para tener en casa y dejar de pagar una mensualidad que no disfrutas al cien por ciento, porque, seguramente hay días que has dejado de ir al GYM, esos días, no se reembolsan, ¡piénsalo!
Piensa inteligentemente en aportar también un porcentaje de tus ganancias a un programa de pensión para que día que dejes de laborar, tengas un ahorro que te haga sentir tranquilo, estás a tiempo de comenzar.
Deja a un lado los malos hábitos y llama a los buenos hábitos, uno de ellos es dejar de fumar o comprar por impulso, es mejor que destines ese dinero para poder controlar el vicio que te aqueje y dedicarte un poco más de tiempo y espacio, tal vez, una ida al spa de lo que ahorres de las cajetillas de un mes o en su defecto ayuda psicológica para una salud mental estable. ¡Regálate calidad de vida!